Si deseas hacer feliz a alguien que quieres mucho, trátalo bien desde hoy y sé muy amable con él. No lo dejes para más tarde. Empieza ya desde hoy.
No esperes a que se muera para demostrar que lo amas. Si deseas dar una flor, mándala hoy mismo con amor y demuéstrales tu cariño desde ahora mismo.
Si deseas decir: “Los quiero, los estimo”, a la gente de tu casa, al amigo lejano o cercano, no lo dejes para más tarde, empieza a hacerlo ya.
No esperes a que se muera la gente para preciarla y hacerle sentir tu afecto; házlo ya, desde hoy. Trata a todos como desearías ser tratado por ellos.
Si quieres ser más feliz y recibir más amor aprende a hacer felices a los demás, desde ahora. Demuéstrales aprecio a todos los que tienes que tratar.
No sólo visitar panteones de difuntos y llenar las tumbas de flores y suspiros. Hay que llenar de amor los corazones. Y esto ya desde este día de hoy y para siempre.
“Quien generosamente da, generosamente recibirá”. (Prov. 11)
“Quien ayuda al pobre, le presta a Dios, y Dios le devolverá con generosidad…” )Prov. 19)