Lectura del santo evangelio según san Mateo (5,17-19):
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«No creáis que he venido a abolir la Ley y los Profetas: no he venido a abolir, sino a dar plenitud.
En verdad os digo que antes pasarán el cielo y la tierra que deje de cumplirse hasta la última letra o tilde de la ley.
El que se salte uno solo de los preceptos menos importantes y se lo enseñe así a los hombres será el menos importante en el reino de los cielos.
Pero quien los cumpla y enseñe será grande en el reino de los cielos».Palabra del Señor.
Introducción: La Eterna Relevancia de la Ley y los Profetas:
En un mundo que constantemente cambia y presenta nuevos desafíos, la búsqueda de un anclaje firme y de una guía confiable es más importante que nunca. La lectura de hoy nos recuerda el valor inmutable de la ley y los profetas, no como un yugo opresivo, sino como una fuente de sabiduría y dirección. Esta enseñanza nos invita a reflexionar sobre cómo podemos vivir de manera auténtica y fiel en el contexto de nuestra vida cotidiana, en el trabajo de nuestra comunidad y en nuestra participación en movimientos que buscan promover el bien común.
La Ley en la Vida Diaria:
La ley, lejos de ser un conjunto de restricciones arbitrarias, es un camino hacia la plenitud. En nuestra vida diaria, esto se traduce en actuar con justicia, amor y misericordia. Cada decisión, desde las más pequeñas hasta las más significativas, es una oportunidad para encarnar estos principios. Esto implica una escucha atenta a las necesidades de los demás y una respuesta generosa que trascienda el mero cumplimiento de obligaciones.
El Trabajo en la Parroquia:
Dentro de la comunidad parroquial, la ley y los profetas nos llaman a ser constructores de puentes, promoviendo un espacio donde todos se sientan acogidos y valorados. Nuestro trabajo debe reflejar un compromiso con la inclusión y el apoyo mutuo, reconociendo y celebrando la diversidad de dones que cada uno aporta. Al hacerlo, no solo fortalecemos los lazos comunitarios, sino que también damos testimonio del amor inclusivo que nos enseña la ley.
Movimientos Apostólicos:
En los movimientos apostólicos, la ley y los profetas nos inspiran a actuar con valentía y creatividad en la búsqueda de la justicia y la paz. Esto requiere una disposición a cuestionar estructuras injustas y a trabajar incansablemente por un mundo más equitativo. Nuestra acción debe estar siempre guiada por la compasión y el respeto por la dignidad de cada persona, recordando que el verdadero cambio comienza con la transformación de nuestros propios corazones.
Conclusión: Un Llamado a la Fidelidad y la Integridad:
La enseñanza de hoy nos desafía a vivir con integridad, manteniéndonos fieles a los principios de la ley y los profetas en todas las áreas de nuestra vida. Esto no es una tarea fácil, pero es profundamente gratificante. Nos invita a ser luz en la oscuridad, sal que da sabor y preserva, y levadura que hace crecer el Reino. Al abrazar este llamado, no solo encontramos un propósito y significado más profundos para nuestras vidas, sino que también contribuimos a la construcción de un mundo más justo y compasivo.