Introducción.
La fe, en su expresión más pura, se materializa en actos de devoción y amor hacia lo divino. En el corazón de la tradición católica, este amor se manifiesta no sólo en oraciones y asistencia a los rituales litúrgicos, sino también en las pequeñas y grandes acciones de servicio que los fieles realizan en honor a Dios y a su comunidad. Dentro de estas acciones de servicio, el cuidado y preservación del arte religioso ocupa un lugar especial, pues a través de él se venera y perpetúa la imagen sagrada y se mantiene viva la herencia espiritual que une a los creyentes.
Este es precisamente el propósito del proyecto de «Limpieza y Restauración de la Estatua del Cristo», un noble empeño llevado a cabo en las Escalinatas de los Peregrinos en la Basílica Menor de Nuestra Señora del Monserrate en Hormigueros, Puerto Rico. Este proyecto, nacido del corazón generoso y devoto de dos fieles católicos, refleja la esencia misma de la fe católica: el servicio, la humildad y el amor a la Iglesia y su patrimonio artístico.
Joe Fas y su hijo Che, los artífices de este proyecto, demuestran que la fe se vive y se celebra en los actos de servicio y en la entrega desinteresada a la comunidad. Con cada pincelada que aplican en la restauración de la venerada estatua del Cristo, rinden un homenaje a su fe y a la historia espiritual de su pueblo, a la vez que fortalecen su propio vínculo y encuentran juntos un camino de crecimiento espiritual y personal.
Inicios del Proyecto.
El proyecto de «Limpieza y Restauración de la Estatua del Cristo» es una manifestación vibrante de la devoción y el compromiso desinteresado. Con la bendición del Monseñor de la Basílica, este emprendimiento se dio a conocer en la primavera del año 2023, específicamente durante los meses de mayo y junio. Sin embargo, la semilla de este noble esfuerzo se plantó hace mucho tiempo en los corazones de dos devotos fieles, Joe Fas y su hijo Che.
El trayecto hacia este proyecto se gestó con la sencillez de un padre que enseña a su hijo a apreciar y respetar su herencia religiosa y cultural. El arte religioso, con su capacidad para inspirar y tocar el alma, había sido durante mucho tiempo una pasión para Joe Fas. Sus repetidas visitas a la Basílica Menor como un peregrino fiel, fueron el catalizador para este noble empeño. Al ver la estatua de Cristo en las escalinatas, Joe sintió un llamado a restaurar y preservar esta imagen sagrada que había cautivado su espíritu y reafirmado su fe tantas veces.
En esta misión, Joe no estaba solo. Su hijo Che, un niño de 11 años, lo acompañaba. Aunque niño, Che demostró una madurez y un fervor espiritual que coincidía con su padre. A lo largo de los meses de mayo y junio, Che trabajó hombro a hombro con su padre en la restauración de la estatua. En este tiempo, el padre enseñó al hijo no sólo el arte de la restauración, sino también el valor del servicio desinteresado a la comunidad y a su fe.
Este proyecto, por lo tanto, no sólo marca el inicio de una restauración física de un objeto de arte religioso, sino también la formación y el crecimiento de un profundo vínculo entre padre e hijo, entre la fe y la devoción, entre el pasado y el presente. Es un testimonio de cómo la fe puede inspirar a las generaciones a cuidar y mantener vivos los emblemas sagrados de su cultura y religión.
La Travesía de Joe Fas y su Pasión por el Arte Religioso.
Joe Fas, un peregrino veterano de la Basílica Menor, entiende bien que la senda hacia la iluminación es un camino jalonado por el dolor y el sacrificio. Desde su primera peregrinación desde Cabo Rojo en 1993, la estatua del Cristo en las escalinatas captó su atención y su corazón. Absorto en oración, el encuentro con la imagen del Salvador a mitad de las escalinatas lo tomó por sorpresa y profundizó su admiración por el arte religioso.
Hoy, junto a su hijo Che, Joe encuentra gran felicidad en trabajar para embellecer estas piezas que son parte de un histórico Santuario en el hermoso Oeste de la isla de Puerto Rico. Así, padre e hijo dedican su tiempo y esfuerzo para preservar y embellecer la obra que tanto ha inspirado su fe y devoción.
El Futuro del Proyecto.
Motivados por su amor por el arte religioso y la preservación de la herencia espiritual de su comunidad, Joe y Che Fas continúan su labor de restauración. En su próxima etapa, se enfocarán en repintar la estatua del sepulcro del Cristo, otra joya ubicada en las escalinatas de los peregrinos en Hormigueros.
El Vínculo Padre e Hijo: Un Enlace Profundizado por la Fe y el Servicio.
La restauración de la estatua de Cristo en las Escalinatas de los Peregrinos ha servido como más que un proyecto de renovación física. Para Joe y Che Fas, este noble emprendimiento se ha convertido en un viaje de fortalecimiento del vínculo que comparten como padre e hijo. A través de sus labores, este proyecto les ha permitido explorar y vivir su fe de una manera compartida y significativa. Juntos, se han embarcado en un camino de descubrimiento, aprendizaje y servicio, profundizando su comprensión mutua y reforzando su lazo.
La experiencia de trabajar mano a mano en el mantenimiento de estos sagrados iconos ha infundido en ambos una conexión más profunda no sólo con su fe, sino también el uno con el otro. Este tiempo juntos, dedicado a un propósito tan trascendental, ha sido una oportunidad invaluable para que padre e hijo se acerquen más. Cada pincelada, cada detalle cuidadosamente atendido, ha sido un reflejo de su devoción compartida y su amor mutuo.
Un Legado de Fe y Devoción: La Impronta del Servicio en el Corazón de un Niño.
Para el niño Che Fas, este tiempo trabajando junto a su padre es un regalo de aprendizaje invaluable. El servicio voluntario y el cuidado dedicado a la estatua de Cristo están dejando huellas profundas en su tierno corazón. Esta experiencia está modelando su entendimiento de lo que significa la fe, el servicio y la devoción. El niño está aprendiendo que la fe no es solo una cuestión de creencias, sino de acciones, de servicio, de amor al prójimo y de respeto a las tradiciones y la herencia cultural.
La historia y la fe transmitidas por su padre, su amor y cuidado por el arte religioso, han tocado la sensibilidad de Che. Está comprendiendo el significado del sacrificio, la importancia de preservar el patrimonio cultural y la alegría que viene con el servicio. La dedicación y el amor que su padre demuestra por su fe y por su comunidad se están convirtiendo en un legado que, sin duda, formará parte del camino espiritual y de vida de Che.
En conclusión, este proyecto de restauración, además de revitalizar un elemento importante del patrimonio religioso de Hormigueros, está fortaleciendo un vínculo familiar de una manera única e inolvidable. Para Che, estas vivencias, más allá del tiempo compartido con su padre, serán un recuerdo perdurable y un cimiento en su camino de fe.
Conclusión.
El servicio y la humildad son piedras angulares en las que se erige la fe católica. En este contexto, el Proyecto de Limpieza y Restauración de la Estatua del Cristo en Hormigueros emerge como un símbolo luminoso de estas virtudes. A través de este proyecto, Joe Fas y su hijo Che no solo han demostrado un inmenso amor por el arte religioso, sino también un compromiso con el servicio desinteresado a su comunidad.
Su labor, emprendida con abnegación y fervor, ha transformado una pieza de arte en un espacio de renovación espiritual, dotándola de una vida y un brillo que reflejan su propia devoción. Al restaurar y embellecer las imágenes sagradas que han guiado a tantos en su camino hacia la iluminación, han creado un legado duradero para las futuras generaciones de peregrinos.
Esta experiencia no solo ha servido para conservar y enaltecer un valioso patrimonio religioso, sino que también ha profundizado los lazos entre padre e hijo. Juntos, han recorrido un camino de descubrimiento, servicio y amor por su fe. Estos momentos compartidos, estas horas de dedicación y esfuerzo, sin duda, han forjado una conexión profunda que Che, aún en su temprana juventud, recordará siempre.
El Proyecto de Limpieza y Restauración de la Estatua del Cristo es, por tanto, mucho más que una simple iniciativa de conservación. Es un testimonio de fe, un acto de devoción y un monumento al amor inquebrantable de un padre y un hijo por su fe y su comunidad. En cada pincelada, en cada detalle restaurado, se refleja el espíritu de la devoción católica: un espíritu de humildad, servicio y amor. Y en este espíritu, Joe y Che nos demuestran que, en el camino de la fe, en la entrega y el servicio, se encuentra la verdadera esencia del catolicismo.