Padre Thomas Choe es conocido como el “San Pablo de Corea” y “un mártir del sudor”. Cada año el Padre Thomas Choe Yang caminaba más de 1500 millas para compartir el ministerio a los cristianos perseguidos quienes se esparcieron por todo el Reino de Joseon (actual Corea del Norte y del Sur).
Thomas nació el 1 de marzo de 1821 y provenía de una devota familia católica. A los 15 años ingresó al seminario y antes de partir recibió la bendición de sus padres sin saber que sería la última. Los seminaristas pioneros fueron enviados a Macao. En 1839 surgieron los disturbios políticos y tuvieron que refugiarse en Manila. En ese mismo año tanto el papá como la mamá de Thomas murieron víctimas de la persecución. Thomas completó sus estudios en Macao y recibió formación especial en Manchurria donde fue ordenado diácono en 1844.
En abril de 1849 Thomas fue ordenado sacerdote en Shanghai y en diciembre regresó a Joseon (Corea). Durante los siguientes doce años, en el día viajaba sin cesar y en la noche celebraba los sacramentos y predicaba en los hogares. También fomentó las vocaciones, ayudó a otros misioneros y tradujo oraciones y libros para la catequesis al “hangul” (coreano). El 15 de junio de 1861, a los 40 años, murió el P. Thomas Choe Yang-eop a causa de la tifoidea y agotamiento. Fue declarado Venerable en 2016.
La Revista Columbia de los Caballeros de Colón lo reconoce como el Hombre Católico del Mes y lo propone como un ejemplo de entrega. Se espera que pronto se puede ver entre los santos misioneros. Recemos para que así sea.